11.11.2008

Ley canaria de calidad en la edificación

Órganos Generales

Borrador de Ley para el fomento y gestión de la calidad de la edificación en Canarias

Carta dirigida por los Decanos-Presidentes del COAC y de los Colegios de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Gran Canaria y de Santa Cruz de Tenerife al Presidente del Gobierno de Canarias, exponiéndole motivadamente la manifiesta inoportunidad e inconveniencia de la referida iniciativa legislativa.

Más información:

Paulino Rivero Baute
Presidente del Gobierno de Canarias

Excmo. Sr.

D. Julio Espinosa San José, Presidente del Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Gran Canaria, D. Virgilio Gutiérrez Herreros, Decano del Colegio Oficial de Arquitectos de Canarias, y D. Eduardo Pérez de Ascanio y Gutiérrez de Salamanca, Presidente del Colegio oficial de Aparejadoras y Arquitectos Técnicos de Santa Cruz de Tenerife.

Exponen:

Que hemos conocido la voluntad del Gobierno de Canarias que Usted preside, de proceder – a través de la Viceconsejería de Infraestructuras y Planificación y bajo la dirección de los técnicos del Área de Laboratorios y Calidad de la Edificación del Gobierno de Canarias – a elaborar, tramitar y aprobar una nueva Ley: en este caso la Ley de Calidad de la Edificación en Canarias.

Que nos encontramos enormemente preocupados por las difíciles circunstancias que afectan al sector da la construcción en las islas

Por un lado, por el alarmante freno en los niveles de trabajo – los visados se han reducido en los diferentes Colegios Profesionales por encima del 40% respecto a lo registrado el pasado año, 2007, con indicadores nada halagüeños que apuntan a un aumento progresivo de la caída para el próximo año 2009, con lo que ello lleva implícito de «arrastre y de drama» para la futura, a corto plazo, economía de Canarias

Y por otro, por la incertidumbre y la dificultad técnica que supone la aplicación, de toda la nueva normativa de calidad que se ha aprobado en los últimos tiempos a nivel estatal -el nuevo Código Técnico de la Edificación determina un salto enormemente significativo en las exigencias de calidad respecto a lo que venía siendo habitual, éste se traduce en un documento técnico, extensísimo y complejísimo, cargado de errores y contradicciones que está generando enormes problemas para su correcta asimilación y precisa aplicación practica, y que requiera de un tiempo prudencial para su necesaria corrección y debido cumplimiento por Técnicos, Empresas Promotoras y Constructoras, Administración y toda la industria de la Construcción.

Ante este desalentador panorama, el plantear una nueva Ley de Calidad en la Edificación en Canarias, cuando la «mayor», a nivel estatal, se encuentra definitivamente encaminada, resulta, a todas luces, inoportuno y sólo acarreará mayor confusión en el ya exhaustivo panorama legislativo comunitario, mayor burocratización y freno de los procedimientos y mayor inseguridad en la interpretación y aplicación técnica y práctica de tanta legislación «cruzada».

Consideramos que la desalentadora situación demanda acciones que deben ser tuteladas con prioridad por el Gobierno de Canarias. Entre tantas: centrar las energías y los esfuerzos comunes en la definición de medidas que ayuden a sortear la importantísima crisis que nos embarga; desarrollar herramientas que ayuden a cumplimentar las nueves exigencias de calidad demandadas en lugar de redactar una innecesaria, por el momento, nueva Ley; prestar a la industria local el apoyo técnico que urgentemente necesita; procurar un Impulso decidido a la Formación Profesional; empujar definitivamente la cultura del mantenimiento y de la rehabilitación como mecanismo generador de la calidad urbana; agilizar los trámites para la adecuación del planeamiento general a la extensísima legislación sectorial como puerta a la adecuada inserción cualitativa de la edificación en un territorio tan frágil; simplificar, de una vez por todas, el confuso panorama legislativo; adoptar, consecuentemente, las medidas económicas y fiscales precisas, con dotaciones presupuestarias concretas, que aseguran y respalden los objetivos planteados.

Por todo ello, solicitamos,

Paralizar el desarrollo de esta nueva Ley y concentrar las iniciativas, el esfuerzo y los apoyos en la línea de intentar superar las enormes y reales dificultades por las que atravesamos.

Agradeciendo la atención y aprovechando la ocasión para ofrecer toda nuestra colaboración